“Casi Transilvania”. Casi una vida.



Las luces se apagan y la oscuridad es total, de pronto, se enciende la luz de un proyector y en una pantalla comienza a reproducirse lo que parece ser una película, es extraño, ¿acaso en vez de entrar a una sala de teatro entré a una de cine?,  los personajes que aparecen la película hablan de un crimen, de un asesinato, todo es confuso, pero ha logrado atraer la atención del espectador. Así comienza Casi Transilvania.

Transilvania en esta obra sirve como una  metáfora, la autora ve a este lugar (famoso por la leyenda del vampiro Drácula) como un símbolo de lo que la vida pudo pero no llego a ser, un símbolo de que apenas vivimos un simulacro de vida, un remedo de vida y que pocas, muy pocas, son las afortunadas almas que realmente viven con plenitud. Quizás haya influencia de mito  de la caverna de Platón, una vida que creemos es la real pero no es más que un engaño.

Un director de cine obsesionado con acabar su última película a toda costa. Una guionista que vive la lenta descomposición de su matrimonio. Una mesera muy comedida y simpática. Una actriz dispuesta a todo por alcanzar la fama. Estos son, a grandes rasgos,  los cuatro personajes que componen la obra, estos entrelazarán sus vidas en una historia llena de engaños y apariencias, la metáfora de Transilvania también sirve aquí, pues parece que estos personajes viven para chuparse la sangre entre ellos, para acabar poco a poco ellos mismos en una vorágine trágica.

Como en las tragedias griegas es inevitable el mandato del destino, aunque en este caso este destino esté imbuido de cierto esoterismo que termina desdibujando un poco la trama. La sucesión de hechos entre los personajes es lineal, pero habrá un écran en donde se proyectarán vídeos que anticiparán eventos aún no ocurridos, esto ayudará a cimentar una atmósfera de suspenso a lo largo de la obra.

Sergio Llusera compone un personaje de fuerte carácter  y lo hace de manera excelente,  en cada aparición suya podíamos percibir  tensión, su interpretación ayudó en mucho a poder teñir el ambiente de la obra de ese  aura de suspenso. Por otro lado esta poyado por un buen elenco, Tati Alcántara  sabe transmitir la paranoia e insania de su personaje,  Carolina Barrantes compone un personaje por ratos entrañable y Urpi Gibbons logra un trabajo solvente como el personaje hilo conductor de la trama.

Se han incorporado en esta obra recursos multimedia para narrar la acción, estos por una parte logran mantener la expectativa y ayudan a profundizar la atmósfera de suspenso, pero por otra parte hicieron un poco confusa la narración y además esto llevó a algunas fallas cuando era necesario coordinar multimedia y actuación en simultáneo. Otra cosa interesante es como lograron dividir el escenario de tal manera que habían hasta cinco escenografías distintas. Por lo demás, Casi Transilvania otorga una interesante historia en clave de novela negra que también es una metáfora acerca de vivir una vida falsa,  una casi vida.

No es la primera obra de Bárbara Colio (México, 1967) que se entrena en Lima, ya en el año 2009 tuvimos “Pequeñas certezas” bajo la dirección de Alberto Ísola. En esta ocasión el dúo se repite. Parece esta una relación muy interesante entre creadora y director  lo cual es gratificante y esperamos que continúe por muchas obras más.

Esta obra estará en cartelera del 2 de mayo. Al 7 de junio en el ICPNA de Miraflores, no dejen de verla.

Ficha artística
“Casi Transilvania”, de Bárbara Colio.
Dirección: Alberto Ísola
Elenco: Sergio Llusera, Carolina Barrantes, Tati Alcántara, Urpi Gibbons.
Lugar: ICPNA de Miraflores
Temporada: Del 2 de mayo al 7 de junio, de jueves a lunes a las 8:00 PM.

RAMIRO MIRANDA

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